¿Cómo funcionan las puertas automáticas?

Ahí estás, preparándote para salir del trabajo. Tus manos están llenas de documentos y carpetas. Llegas a la puerta. ¿Cómo vas a abrirlo con las manos ocupadas? Estás pensando en dejar algunas carpetas en el suelo. En ese momento, las puertas se abren, ¡como por arte de magia!

¿Qué está pasando aquí? ¿Hay algo sobrenatural en el trabajo? ¿Hay un fantasma cerca que abre puertas? ¡No! ¿Creerías que es pura ciencia y tecnología?

Es cierto. Esas puertas, conocidas como puertas automáticas, se abren y cierran con la ayuda de la tecnología, no con la magia. Las puertas automáticas funcionan con la ayuda de sensores. Los sensores hacen exactamente lo que parecen: perciben cosas. Hay muchos tipos diferentes de sensores. La mayoría de ellos detectan el sonido, la luz, la presión o el movimiento.

como funcionan las puertas automaticas

Algunas puertas automáticas funcionan siendo activadas por sensores que detectan la presión. Estos sensores de presión pueden estar disfrazados con una alfombra  frente a la puerta. Cuando pisas la alfombra, los sensores envían una señal a las puertas automáticas. Así es como saben abrir.

Otras puertas automáticas funcionan con sensores ópticos o de movimiento. Estos sensores pueden montarse sobre un conjunto de puertas automáticas. También se pueden montar en el marco de la puerta. Cuando estos sensores ópticos o de movimiento detectan un movimiento cercano, activan las puertas automáticas para que se abran y luego se cierren. Se abrirán tan pronto como te acerques lo suficiente para activar los sensores.

Las puertas automáticas tienen muchos propósitos útiles, por lo que puede encontrarlas en muchos tipos diferentes de ubicaciones. Desde supermercados hasta aeropuertos y otros edificios grandes, las puertas automáticas facilitan que las personas entren y salgan de los edificios. Son especialmente útiles para las personas que tienen una discapacidad.

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Al igual que las puertas giratorias, las puertas automáticas también ayudan a ahorrar energía. Limitan la cantidad de tiempo que las puertas están abiertas, lo que ayuda al edificio a mantener su temperatura y por supuesto, ¡son muy útiles cuando llega el momento de dirigirse al automóvil!


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